El Lamborghini le salió barato, los faros no tanto: así que usó su impresora 3D para fabricarlos él mismo y ahorrarse 20.000 euros
Los superdeportivos son el culmen de la pasión por el automovilismo y la velocidad, pero, aunque son minoría, no todos los propietarios de una de estas joyas de la ingeniería son millonarios.
Con un poco de suerte y el paso de los años, pueden conseguirse algunos superdeportivos de Lamborghini, Ferrari o Porsche de segunda (o tercera mano) por un precio mucho más asequible de lo que costaban nuevos.
Lo malo en esos casos es que, aunque los coches hayan perdido algo de su valor, las piezas d…